El movimiento zapatista en Chiapas (I)
Las primeras revoluciones sociales del siglo XX: La Gloriosa Revolución
En los primeros años del siglo XX, la sociedad mexicana contemplaba atónita el crecimiento del caciquismo y la injusticia. La clase dominante impedía todo tipo de injerencias en el poder, y las clases sociales se dividían en una inamovible pirámide. Los más, los pobres, en la base y brutalmente reprimidos en todo intento de alzamiento.
Los principios de la Revolución mexicana son difusos, aunque conocemos el acontecimiento clave que da rienda suelta a su desarrollo: el derrocamiento de Porfirio Díaz y su régimen porfirista. El pueblo comienza ahora a sentirse como tal, surgen voces desde cualquier rincón del país, las masas comienzan a sentir el cambio.
La Revolución causó sorpresa en toda Sudamérica. ¿Dónde estaban las bases teóricas del movimiento? ¿De dónde habían surgido Villa, Zapata o Carranza? ¿Cómo habían convencido a las masas para levantarse en armas? La respuesta es simple: la Revolución surge a raíz de la penosa situación del campesinado y del mundo indígena, en contraste con los lujos de los caciques. No existen teorías; el de México, al igual que otros movimientos latinoamericanos, no toman su base ideológica de las revoluciones europeas, sino que es el agrarismo de la población la que la une en defensa de sus derechos. De hecho, no se empieza a teorizar del zapatismo sino hasta la muerte de Villa y Zapata, cuando la Revolución alcanza cierta “estabilidad”.
El siglo XX mexicano
La Revolución trajo a México, en 1917, la primera Constitución en el mundo que reconocía las garantías sociales y los derechos laborales colectivos. Veinte años después, el gobierno de Cárdenas expropiaba las petroleras extranjeras, nacionalizaba el ferrocarril e impulsó la educación y el reparto de tierras.
Sin embargo, su sucesor, Ávila Camacho, frenó el reparto agrario para satisfacer a la naciente clase burguesa industrial. Las reivindicaciones populares no se hicieron esperar. La situación de campesinos e indígenas iba empeorando a lo largo del siglo XX, y sus reticencias con los sucesivos gobiernos –todos del PRI, Partido Revolucionario Institucional, creado en 1929- se evidenciaban día a día.
A partir de los 80, el paulatino aumento de la deuda externa, las escasas libertades políticas y el cambio de dirección gubernamental hacia el neoliberalismo económico hacen de México un Estado en constante tensión.
0 comentarios:
Publicar un comentario